DE EUROVISIÓN A LA MILONGA: «DUERME, MI AMOR»

¿Bailáis el tango? ¿Sabíais que seguramente habéis bailado alguna vez al ritmo de un tango que ha ganado el festival de Eurovisión? Antes de que os abalancéis sobre la página «Eurovisión» de Wikipedia para verificarlo ya os digo que no, que ningún tango se ha presentado jamás al festival de Eurovisión. Lo que no quita para que la afirmación inicial de este artículo no sea rigurosamente cierta. Si la semana pasada hablamos del más argentino de los boleros cubanos, hoy hablaremos del más francés de los tangos argentinos, que decidió darse una vuelta por el famoso festival de la canción antes de aterrizar en Buenos Aires.

Para empezar, me gustaría que escucharais este hermoso tango, grabado en noviembre de 1958 por la orquesta de Carlos Di Sarli :

Si bailáis el tango, es posible que lo hayáis bailado más de una vez en las milongas o en una clase. Entonces no lo sabíais, claro, pero este tango es obra de un compositor francés. Y no cualquier compositor. Uno que conocéis sí o sí.

Que sí, hacedme caso.

Veamos. ¿Esta canción os suena de algo?

No me digáis que nunca habéis tarareado esto :

Estas melodías, y muchas otras, son del mismo compositor, del que seguramente conocéis, sin saberlo, más de una canción, porque sus obras han sido interpretadas por completos desconocidos como Edith Piaf, Yves Montand, Duke Ellington, Toots Thielemans, Bing Crosby, Paul Anka, Julio Iglesias, Luis Mariano, Nana Mouskuri, Demis Roussos, Ray Charles, Tom Jones, Céline Dion… Vamos, que no habéis podido vivir en el siglo XX sin habéroslo cruzado decenas de veces.

¿Y quién es este ilustre desconocido?

Aquí lo tenemos. Esta máquina de componer éxitos se llamaba Hubert Giraud, y tenía pinta de ser más bien majete. Nació en Marsella y vivió casi 100 años. Los habría cumplido en febrero de este año, pero no le dio tiempo: falleció en 2016 en Montreux, Suiza, a los 96 años.

Se enamoró de la música en una sala de cine, a la edad de 8 años, viendo la película The Jazz Singer. A los 10 años, empezó a tocar la armónica por prescripción facultativa, porque era asmático (¡como tratamiento no está mal!). Ya de pequeño se dio cuenta de que tenía facilidad para inventarse melodías, por lo que continuó aprendiendo música de forma autodidacta y tocando por aquí y por allá hasta que, con 20 años, llega su día de suerte: el día en que conoce a Ray Ventura, un compositor y director de orquesta francés, que por entonces arrasaba con su orquesta cómica, formada por músicos-actores. El conjunto se llamaba Ray Ventura et ses Collégiens.

En los años 30 y 40 estos señores hacían furor en Europa con canciones tituladas Le nez de Cléopatre o Tout va très bien, madame la Marquise (igual esto os suena de algo). Eran ciento y la madre, y habrían sido capaces de poner a bailar a un cementerio:

Por si os lo estáis preguntando, no, el armonicista del minuto 2:14 no es Giraud. Cuando se filmó esta escena aún no había entrado en la compañía.

Ventura contrata al joven Girard con la condición de que aprenda a tocar otro instrumento para rentabilizar su presencia en la compañía y lo embarca en la gira por Sudamérica que están a punto de iniciar. El debutante, encantado de la vida, parte con la compañía de Ventura y durante la travesía en barco Henri Salvador le enseña a tocar la guitarra. Será el comienzo de una carrera como músico y compositor que llevará lejos al joven marsellés.

En el escenario de Eurovision

Muy bien, me diréis, pero ¿qué tiene que ver Eurovisión esta historia? Muy fácil: fue una melodía de Hubert Giraud la que hizo ganar a Francia el festival de Eurovisión por primera vez, en marzo de 1958. La canción ganadora estaba interpretada por André Claveau y se llamaba Dors mon amour.

Y sí, si tenéis un poco de oído musical habréis reconocido, en otra interpretación, la melodía del tango que escuchamos al comienzo de este post. ¿Pero cómo llegó la canción ganadora en Eurovisión a convertirse en un tango de Di Sarli?

La odisea sudamericana de Hubert Giraud

En realidad, Giraud y la Argentina estaban lejos de ser dos desconocidos. En 1941, con 21 años, Giraud llega a Río de Janeiro con la orquesta de Ray Ventura. Tras su contrato de tres meses en Río, la orquesta pone rumbo a Montevideo, y luego a Buenos Aires. Durante dos años y medio, Ray Ventura y sus Collégiens recorren Sudamérica de cabo a rabo. Cuando la orquesta se disuelve y Ventura vuelve a Francia, Hubert Giraud se instala en Buenos Aires, donde permanecerá varios años, hasta 1949, tocando en distintas formaciones, entre ellas el quinteto de música cíngara de una sala de fiestas rusa. En total, pasa unos 8 años en Sudamérica, lo suficiente como para relacionarse con bastante gente.

En la época en que nuestro marsellés vivía en Buenos Aires, Carlos Di Sarli estaba en lo más alto de su carrera y era extremadamente conocido en la ciudad. (De hecho, lo llamaban nada menos que El Señor del Tango). No es descabellado pensar que los dos músicos hubieran podido cruzarse, e incluso entablar una relación profesional o de amistad.

Carlos Di Sarli, El Señor del tango

Sea como fuere, Dors mon amour gana Eurovisión en marzo de 1958, y casi en seguida, en noviembre del mismo año, Carlos Di Sarli graba Duerme mi amor, con la música de Giraud y letra en español de Alberto Laureano Martínez.

Puede que Di Sarli escuchara la canción, popularizada por el concurso, y decidiera hacer una versión en tango. Pero también es muy posible que los dos compositores, que se movían en el circuito musical porteño en la misma época, se hubieran conocido, y que Giraud hubiera recomendado su composición a Di Sarli. No se sabe, y no se sabrá nunca, porque es demasiado tarde para preguntarle a Giraud, fallecido en 2016, y más aún a Di Sarli, que murió en 1960.

Una canción, dos estilos

Si tuviera que escoger entre las dos grabaciones que hemos escuchado, escogería claramente la de Di Sarli, más enérgica, más viva y menos empalagosa que la interpretada por André Claveau. Desde entonces, Duerme mi amor ha pasado a formar parte de las tandas que se bailan en todas las milongas, y los maestros la eligen a menudo para sus demostraciones de baile. Sin embargo, no es un tango que haya tenido muchas versiones, ya que después de Di Sarli solo se ha grabado en dos ocasiones más: una en 1969 por la orquesta de Osvaldo Piro y la otra en 2018, por la Orquesta Romántica Milonguera.

Las canciones tienen algo de aves migratorias: viajan, van, vienen y a veces acaban tomando caminos insospechados. Lo que explica que una canción compuesta por un marsellés para el festival de Eurovisión termine siendo bailada en las milongas de Buenos Aires, París o Castellón de la Plana.

¡Advertencia para obsesivos!

Por último, una pequeña sugerencia: si sois tan obsesivos como yo y queréis escuchar todas las versiones que existen de una misma canción, no os perdáis esta página: Secondhandsongs.com. Allí encontraréis todas las versiones que se han grabado de un mismo tema, por diferentes intérpretes y en distintas lenguas. A veces la lista no es exhaustiva, pero como la página es colaborativa podéis añadir las versiones que faltan si las conocéis.

Para profundizar
  1. En francés, entrevista con Hubert Giraud, publicada el mismo año de su muerte: http://delafenetredenhaut.blogspot.com/2016/01/allo-monsieur-giraud.html
  2. Sobre Carlos Di Sarli : https://www.todotango.com/creadores/biografia/36/Carlos-Di-Sarli/
  3. Dors mon amour en Secondhandsongs : https://secondhandsongs.com/performance/883569/versions#nav-entity
  4. https://www.todotango.com/musica/tema/3140/Duerme-mi-amor/
  5. Los que están en la primera foto del post son Hubert Giraud y el letrista Jean Dréjac, que compuso la letra de Sous le ciel de Paris.

¿Queréis que os avise cuando se publique un nuevo artículo en el blog?

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